viernes, 3 de julio de 2020

Mag. L. Berardi: Marzo 2020...


Marzo de 2020…
Hoy nuevas pautas socio-médicas, socio-culturales y en un marco de solidaridad social nos encierran, nos vuelven aves enjauladas y en ese entorno pasamos a sentir: preocupación, ansiedad, miedos. Nos enfrentan a beber solos una copa de vino, a no poder compartir un café, un mate, a no abrazar y por tanto a despedirnos también de los abrazos.
La nueva normalidad encierra muchas imposiciones, sin darnos cuenta entramos, nos entran, en un proceso de dominación, y como novedad este se respalda en la Ciencia. Alguien nos dice qué será ahora lo Normal.
Sabemos que todo es socialmente posible, por convicción o por imposición. Estamos ante un caso particular, específico, que a la vez es global y que así nos llega, así lo vivimos, como situación Global.
La pandemia que genera el Covid/19, que nos llega de lejos, es una nueva modalidad de colonización que nos pone a resguardo de una situación que rápidamente deja de ser noticia internacional para mostrarse en diversas realidades regionales, locales. Los países quedan enfrentados a sus recursos propios, a cómo han gestionado sus desarrollos en diferentes niveles: salud, educación, comunicación tradicional y digital entre otros.
Esta situación global tiene formas de situarse en cada Estado/País, en este caso solo pensamos en nuestros vecinos regionales, los que resuelven diversas medidas. En muchos el cierre de fronteras pasa a ser una medida de protección ante la cual no hay dudas. Son decisiones geográficas específicas que nos hacen testigo del inicio de una regresión social que pronto tendrá especificidades locales.
En el caso de nuestro país, a pocas semanas de medidas que reflejan el aprendizaje de cómo se atiende la emergencia sanitaria en aquellos países que ya han hecho camino ante dicho evento, se incorpora la opinión de los científicos.
La Ciencia, no abstracta, pasa a estar representada por un comité de científicos, convocados y auto convocados que se convierte en la orientación a seguir, será entonces “la palabra sagrada”.
Los científicos realizan planteos específicos, lineamientos referidos a recomendaciones y acciones sanitarias, pero de alcance social. Si bien se menciona la libertad individual, se subraya que ahora deben priorizarse acciones que no comprometan a los colectivos. Se apela a la responsabilidad social, así, en ese escenario se plantean dos conceptos: distancia social y distancia física, conceptos que requieren definición, porque no son lo mismo.
En nuestro medio se conjugan como una construcción conceptual nueva que comienza a discutirse, pero a la vez a ponerse en práctica. Se “incluyen” en la nueva normalidad y aunque con diseños de acciones diferentes apuntan a hacer visible la aparición y concreción de un nuevo higienismo. Se busca así implantar nuevos comportamientos sociales adecuados a los escenarios compartibles.
Distancia social y distancia física, -nuevo higienismo- que de ahora en más, si bien no son lo mismo, pasan a formar una dupla conceptual que provocará cambios fundamentales y lo que seguro inducirá a cambios funcionales que aparecen para quedarse porque se pretende que sean asumidos socialmente. Como todo cambio generará cambios urbanos, reordenamiento estructural de diferentes espacios.
Cabe aclarar que el nuevo higienismo, como concepto o corriente médico-social tiene sus orígenes en la primera mitad el siglo XIX en un marco liberal. El interés por la salud no estuvo aislado, se reconocía como imprescindible en la dinámica del desarrollo de las ciudades y de los ciudadanos que las habitaban. En ese entonces había que resolver que en las ciudades se atendieran temas específicos de salubridad: agua y saneamiento como requisito de desarrollo.
Un siglo después, mediados del XX, Foucault analiza lo que define como poderes de normalización, entre los que destaca, por ejemplo el alcance de los discursos y cómo e oportunidades estos se producían con el apoyo de sugerencias prácticas y recomendaciones del ámbito médico. Estas sugerencias, para el autor, estaban respaldadas por ese andamiaje, no visible o visualizado, que rodea al lenguaje de la medicina y que vela cierto poder. Las pautas médicas surgen de instituciones, son indicaciones, recetas dadas con un discurso aceptado socialmente, discurso que no se cuestiona, por el contrario, se acepta con objetividad.
Las medidas tomadas, con el respaldo académico que hemos señalado, aportan a esa construcción social imprescindible, acompañan y dan contención a nuevos procesos de subjetivación, esenciales ante situaciones nuevas y dinámicas como las que estamos viviendo.
En poco tiempo las directivas legislativas han pasado, en general, por el tamiz académico, la Ciencia se ha convertido en el respaldo de las decisiones políticas. Estamos refiriendo a disposiciones referidas a la atención de la pandemia Covid/19 y como propio de todo escenario científico, no todo se sabe, se requiere estudio y tiempo, además de presupuesto. Debe señalarse cómo, este tema, el presupuesto que requiere la investigación, se ha visibilizado, seguramente nunca de modo tan explícito.
Confianza en la Ciencia y en las personas…
Ha quedado demostrado que la Ciencia, en tanto conjunto de académicos, no tiene ideología, se les convocó de modo formal y ahí estuvieron. Pero ya estaban, los diferentes Centros en los que produce investigación estaban reprogramando sus actividades y ya pasaban a poner pienso en situaciones vinculadas al Covid/19.
Cuando decimos personas pensamos en un conjunto mayor: trabajadores de la salud, sin duda, pero también todos aquellos que de diversas formas estuvieron y están en las ollas populares, cada mediodía, cada merienda y cada cena, como se pudiera, y sí aparecieron como hongos. Los barrios revivieron sus mejores intenciones solidarias y ahí estuvieron los vecinos y las organizaciones sociales más diversas.
Esto ocurrió a nivel país y sin duda ha sido un soporte a ese “quédate en casa”, que no tenía una igual proyección para una diversidad de hogares y de formas de resolver las relaciones laborales.
Uruguay va saliendo bien…hubo no solo responsabilidad social, fue central la solidaridad.
L.B.

    

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario